La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) y esta puede tener múltiples consecuencias en los órganos vitales y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, renales, oftalmológicas, neurológicas, etc. Es por ello, que se hace necesario mantener un control adecuado de los niveles de azúcar en sangre. Para lo cual te presentamos una serie de formas para cuidarte:

1.Sigue una alimentación saludable.

La alimentación en el paciente con diabetes constituye uno de los pilares fundamentales para el control de la enfermedad. Se hace necesario crear un plan que consista en la implementación de una dieta saludable, que incluya verduras, cereales integrales, pollo, pescado, carnes y quesos bajos en grasa. Una alimentación que cumpla con 4 leyes fundamentales: debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada, es decir, debe cubrir con las necesidades calóricas de cada organismo, aportar todos los elementos de la dieta como por ejemplo, proteínas, vitaminas y minerales, y hacerlo con una relación adecuada de proporcionalidad entre los distintos nutrientes, tomando en cuenta que debe ser baja en grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sal. Se recomienda que el paciente con diabetes realice 3 comidas al día con 1 ó 2 meriendas, dependiendo de la indicación de su tratamiento y evitando comidas con alto contenido de carbohidratos que pudiesen promover la elevación de la glucosa a cifras elevadas.

2.Prefiera el agua por encima de las bebidas endulzadas con azúcar.

El consumo de agua debe ser clave en el paciente diabético, puesto que el riñón, en un intento de eliminar el exceso de azúcar, excreta mayor cantidad de orina, lo que produce que los pacientes tengan más riesgo de deshidratación. Es importante consumir al menos 6 vasos de agua al día y/u otras bebidas naturales como jugos y zumos a base de frutas. Evite los refrescos y bebidas energéticas, porque contienen gran cantidad de azúcar, lo que trae como consecuencia, aumento de peso, resistencia a la insulina (nuestro organismo no es capaz de producir la cantidad necesaria de hormona para sobrellevar los niveles elevados de azúcar), alteración en el metabolismo de las grasas, alteración en las células de las paredes arteriales que favorece el desarrollo de aterosclerosis y que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

3. Realice actividad física de forma rutinaria.

El ejercicio es una de las mejores formas de gastar el exceso de calorías que se acumulan a consecuencia del consumo de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Además, es una actividad que estimula el funcionamiento de órganos y tejidos y promueve un estado de bienestar físico, social, mental y emocional. Activa el sistema inmunológico, mejora el autoestima y estimula una actitud positiva que hace que las personas se sientan con más energías en su rutina cotidiana. En el paciente con diabetes, la actividad física debe hacerse con cierta regularidad, para lograr alcanzar grandes beneficios. Se recomienda que se tomen como mínimo 30 minutos continuos del día, al menos 3 veces a la semana para ello. En esta rutina se pueden incluir ejercicios como caminar, montar bicicleta, nadar, bailar o si no se presenta ninguna contraindicación médica, implementar ejercicios de resistencia como abdominales, dorsales (espalda), brazos , piernas y glúteos. Convierta la actividad física en un hábito

4.Lleve un registro de sus niveles de glucosa en sangre y asegúrese de cumplir con el tratamiento establecido.

Mida los niveles de glucosa en sangre de forma regular, para conocer y asegurarse que los valores se encuentran dentro del rango de la normalidad y así evitar posibles complicaciones como hiperglicemia ( altas cifras de azúcar ) o hipoglicemia ( bajo nivel de azúcar) . Se recomienda hacer al menos 4 controles al día, antes de cada comida y antes de ir a dormir. De esta forma, se obtiene información necesaria para cambiar y/o ajustar dosis, si fuese necesario. Asimismo, siga las recomendaciones del médico y cumpla con su esquema de tratamiento. De no poder hacerlo, consulte con el especialista. Colabore con su equipo de atención médica

5.Cuide de sus pies

Las personas con diabetes en muchas ocasiones pueden llegar a presentar alteraciones con la sensibilidad, por lo que es necesario que haga una revisión diaria de sus pies y de esta forma asegurarse que no haya presencia de ningún tipo de lesión. El pie diabético es una causa muy frecuente de hospitalización y casi siempre se debe a complicaciones que se producen como consecuencia de daño en los nervios y problemas de circulación.

Se recomienda que el paciente diabético, evite caminar descalzo, porque el daño a los nervios puede ocasionar que no sienta objetos que pueden producirle daño, Use siempre zapatos cómodos, que no aprieten y puedan generar úlceras, lave muy bien los pies con agua y jabón y corte las uñas con mucho cuidado de no generar una microlesión que pueda producir una infección.

En este sentido, inspeccione todos los días sus pies en búsqueda de picaduras, enrojecimientos, cortes y problemas en las uñas. Si es necesario pida ayuda a un familiar para observarlos, sino puede hacerlo solo.No olvide inspeccionar y palpar también las plantas de sus pies y la región entre cada dedo y evite las caminatas largas, sin descanso.

6. Siga un control regular con especialistas

La asistencia médica debe ser un acompañante obligatorio en todo paciente con diabetes, puesto que el profesional de la salud, es quien hace las indicaciones necesarias en cuanto a los cambios en el estilo de vida, la implementación de dietas saludables y las pautas de tratamiento que necesita cada paciente.

Es importante consultar de forma regular a los especialistas, para prevenir, detectar y/o manejar posibles complicaciones. Asimismo, un equipo de atención médica puede ayudarle a mejorar su autocuidado, por ello dentro del equipo de apoyo se incluyen psicólogos, nutricionistas, terapeutas y médicos de diferentes especialidades. Siempre recuerde que no está solo y que cuenta con un equipo especializado para brindarle el mayor bienestar y calidad de vida.